cómo compararse con un animal vol. 1
- nicolebrc
- 2 jun 2020
- 3 Min. de lectura
raza & cultura
El término raza en la actualidad podríamos utilizarlo como un método de diferenciación entre especies, es un error relacionar raza con grupos humanos. “Nadie es racista por tomar nota de que el color de la piel se hereda, ni por hablar de la raza blanca, la negra o la amarilla. En racista se torna el discurso racial cuando sucumbe a dos falacias, una moral y otra científica.” Claude Lévi-Strauss (Raza y Cultura, 1993). Sea un tema de ignorancia o discriminación, la clasificación de los grupos sociales o de los individuos en particular, tomando en cuenta su color de piel, textura del pelo, rasgos faciales, y características asociadas, es un grave error, se condicionan estos factores a la percepción de quien lo juzga, entrando en el plano de la subjetividad que siempre otorga un margen de error al efectuar la opinión crítica de quien percibe.
Al hablar de las diferencias entre los seres humanos, debemos tomar en cuenta que todos partimos de una misma especie “homo sapien” y es gracias a las diferentes necesidades a las que se ha enfrentado el hombre en su proceso evolutivo y las características del ambiente que lo han influenciado y moldeado en este proceso también, lo que ha permitido que éste adquiera modificaciones que lo hacen diferente a sus antecesores.
El concepto de raza fue malinterpretado al momento en que el ser humano se vio parecido a su grupo social o a los que formaban parte de su entorno, y diferente al que provenía de otros grupos. Incluso en el término "discriminación racial" cometemos este error, si estamos discriminando por raza es que nos consideramos especies distintas, volviendo al círculo vicioso de la diferenciación.
Podríamos considerar el fenómeno migratorio como una variable importante al discutir el tema de raza y cultura. Los seres humanos han migrado desde los orígenes mismos de la humanidad, partiendo desde un pequeño punto ubicado en África hasta poblar todos los continentes y rincones del planeta. En términos prácticos todas las personas son migrantes o descendientes de migrantes. Los movimientos de estos grupos nómadas y eventualmente su asentamiento en determinados territorios marca el punto de partida para el desarrollo de una cultura individual al momento de conformar la sociedad, establecer las pautas por las que se rigen y considerar una serie de valores y acciones que los distinguen entre las demás y que en un futuro (dígase en la actualidad) marcarán las clasificaciones de los grupos sociales.
Una correcta aplicación para la separación por grupos o la clasificación de acuerdo a los factores que nos diferencian entre sociedades sería trabajando en conjunto con la cultura y los hechos de la cotidianidad que marcan la variación entre las etnias que conforman la población mundial, esto incluso nos dan un marco mucho más amplio y objetivo de la diversidad cultural en las costumbres, creencias y características propias de los pueblos o grupos poblacionales. Como menciona Cristian Homazarbán (El Hispano, 2004): ”La interculturalidad, más que un mar de conflictos, es la posibilidad de aprender, crecer, ampliar nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos, de cuestionar nuestros esquemas, de ablandar nuestros prejuicios, de salir de nuestra más natural y humana condición de ignorantes haciéndonos más humanos.”, es verdaderamente una aventura explorar las diferentes culturas y más que diferenciarlas, encontrar el punto en que se entrelazan para formar el conjunto mundial, que parte de un origen y comparte el mismo ciclo de vida.
31/8/2019
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